El Jardín Infantil Montañitas, el Jardín Infantil Chasquita y la Escuela Alejandro Chelén Rojas fueron reconocidos con la certificación ambiental, destacando su compromiso sostenido con la educación ambiental.
El reconocimiento llega en un territorio donde la escasez hídrica y las condiciones climáticas han impulsado a las comunidades educativas a buscar nuevas formas de relacionarse con su entorno. En este contexto, los tres establecimientos certificaron prácticas que integran aprendizaje, gestión ambiental y participación activa de las familias, consolidando iniciativas que llevan años desarrollándose en la comuna.
Cada institución avanzó a su ritmo, con estrategias distintas pero un mismo propósito: formar niños, niñas y jóvenes conscientes del medioambiente y capaces de transmitir ese aprendizaje a su comunidad. Desde proyectos de huertos y educación temprana hasta sistemas de reúso de agua y arborización, el trabajo refleja una visión común de sostenibilidad.
Jardín Montañitas: educación parvularia con sello ambiental
En el Jardín Infantil Montañitas, dependiente de la administración municipal, la educación ambiental es parte estructural del quehacer pedagógico. Su directora, Cinthia Gana, explica que este enfoque está incorporado desde el Proyecto Institucional:
“Nosotros en nuestro PI tenemos un sello medioambiental, por lo que siempre hemos trabajado el cuidado del medio ambiente. Aparte, está en nuestras bases el desarrollo sostenible como un principio asumido en la educación parvularia”.
El equipo ha fortalecido prácticas cotidianas que involucran a las familias y fomentan el contacto con la naturaleza. “En las salas trabajamos siempre el cuidado del medioambiente; también trabajamos con las familias, involucramos a toda la comunidad. Tenemos nuestra huerta, árboles nativos”, señaló.
Jardín Chasquita: trabajo colaborativo y presencia en la vida cotidiana
En el Jardín Infantil Chasquita, perteneciente a JUNJI, la certificación fue el resultado de un proceso organizado y participativo. La encargada de Medio Ambiente, Yaritza Vega, indicó:
“La obtención de la certificación ambiental fue el resultado de un trabajo colaborativo y sostenido de todos los integrantes del jardín infantil. Establecimos roles, responsabilidades, comisiones y un comité de medioambiente donde revisábamos avances y ajustábamos estrategias”.
Además, destacó que el enfoque ambiental está presente en la cotidianidad del jardín, dado que, “fortalecimos las alianzas con las familias y con las redes locales. Nuestro enfoque medioambiental se hizo presente en nuestras prácticas diarias, tanto en los ambientes educativos como en las interacciones de los niños y niñas”.
Alejandro Chelén Rojas: innovación y conciencia comunitaria
La Escuela Alejandro Chelén Rojas certifica un proyecto ambiental que ha crecido durante más de una década y que hoy es un referente en la comuna. Su director, Rodolfo Quintana, explicó:
“Es un reconocimiento a los años de trabajo en que hemos impulsado el cuidado y protección del medioambiente, teniendo como centro fundamental el reúso de las aguas grises. En el tiempo se ha ido consolidando nuestro trabajo integrando la educación ambiental de manera transversal”.
El establecimiento implementó un sistema de reutilización de aguas grises provenientes de lavamanos, permitiendo la arborización del recinto sin aumentar el consumo hídrico. Desde 2013 han plantado cerca de 80 árboles, incorporando además prácticas de reciclaje y energía fotovoltaica que generan ahorros para el sostenedor.
Quintana destacó el rol protagónico de los estudiantes, “los estudiantes han ido desarrollando una conciencia ecológica que se ha transmitido a su familia y comunidad. Muchos hogares ya no desaprovechan el agua del lavamanos o lavadora y la utilizan para riego”, señaló.
También valoró el compromiso colectivo y la colaboración externa. “Los estudiantes son los verdaderos artífices, guiados por el docente Juan Luis Cortés Bruna; son los ‘guardianes del medio ambiente’. A ello se suma una comunidad educativa comprometida y el apoyo de organizaciones externas como la Fundación Un Alto en el Desierto”.
Desde la gestión municipal, el alcalde Cristian Herrera Peña valoró las propuestas de cada una de estas comunidades educativas, aludiendo a que dichos reconocimientos respaldan un trabajo de largos años en pos del cuidado medioambiental. “Nosotros como municipio valoramos esta nueva instancia de validación, pues no solo se certifican los conocimientos técnicos o científicos de las gestiones que realiza el Jardín Chasquitas, el Jardín Montañitas y la escuela Alejandro Chelén rojas, sino que además se reconocer la voluntad de una comunidad completa, la pasión que hay detrás de la educación ambiental, la enseñanza de la reutilización de aguas, el valor de las huertas comunitarias y todo lo que significa eso en los tiempos que estamos viviendo. Estamos felices, que la innovación provenga desde las casas educativas y que, junto con nuestros estudiantes, lleven a otro nivel la protección ambiental.
Con estos reconocimientos, los jardines Montañitas, Chasquita y la Escuela Alejandro Chelén Rojas consolidan un camino que une educación, conciencia ambiental y compromiso comunitario. La certificación SNCAE no marca un punto final, sino un impulso para seguir fortaleciendo prácticas sustentables que, desde Monte Patria, buscan formar generaciones capaces de cuidar y transformar su entorno.
Camila Céspedes Pavez
Periodista
Licenciada en Comunicación Social
